Todos los ojos están puestos en las primarias del próximo martes de la Florida. El ganador se lleva todos los 99 delegados del Estado del Sol y el resultado podría significar el fin para ciertos candidatos del GOP.
El martes es el último intento del senador de Florida, Marco Rubio, de salvar su vacilante campaña y que también podría ser la última oportunidad del partido republicano para detener al principal candidato Donald Trump de asegurar el número necesario de delegados para tomar la nominación.
Importancia de un "ganador se lleva todo"
Para los republicanos, los 99 delegados en juego van a ir por uno de los cuatro candidatos restantes. Para los demócratas, el estado de 214 delegados comprometidos (con exclusión de los superdelegados) se otorgan de forma proporcional, lo que significa que tanto Hillary Clinton y Bernie Sanders saldrán de allí con algunos.
Eso es una buena noticia para Sanders. La última encuesta de Quinnipiac publicado este viernes, lo tiene por sobre Clinton en 30 puntos.
La carrera es más estricta para los republicanos y parece ser una batalla entre Trump y Rubio. Trump le gana a Rubio por 16 puntos en la encuesta de Quinnipiac.
"Es un éxito o el fracaso del estado para Marco Rubio," dijo Michael McDonald, profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad de Florida.
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