Hillary Clinton sufrió otro episodio de tos durante un discurso este lunes en Cleveland, carraspeo que dominó la mayor parte de sus primeros tres minutos en el micrófono.
Clinton tomó sorbos de agua, comió una pastilla para la tos y le echó la culpa a lo mucho que ha estado hablando últimamente.
Pero en medio de la peor parte del episodio, con voz profunda dijo "cada vez que pienso sobre Trump me da alérgia."
Como se pueden imaginar, la multitud disfrutó de ese diagnóstico.
La constante tos de Clinton ha sido uno de los varios temas de discusión relacionados con preguntas acerca de su salud en general.
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